Todos esperamos que Dios actúe a nuestra manera.

La Navidad nos recuerda que Dios no obra como esperamos, sino como necesitamos.

Dios obra hasta en lo pequeño para mostrarnos que no necesita lo grande.

Miqueas 5:2a

Pero tú, Belén Efrata, aunque eres pequeña entre las familias de Judá, de ti Me saldrá el que ha de ser gobernante en Israel.

El Rey Jesús se hizo bebé por un momento para rescatarnos para toda la eternidad. 

Miqueas 5:2b

Sus orígenes son desde tiempos antiguos, desde los días de la eternidad.